Agujeros negros
REFLEXIONES EN VOZ ALTA SOBRE LA GESTIÓN DE LA FAUNA - II
En mayo de 2010 empezábamos lo que tal vez sea una miniserie dentro de este blog, unas reflexiones 'en voz alta' sobre la gestión de la fauna en nuestras áreas, para quien las quiera leer o valorar. O para sacar a la luz cuestiones que tal vez te corroen por dentro. Si hace un año hablábamos de que algunas zonas naturales más que reservas parecían neveras naturales, hoy con un símil astronómico, hablaremos de la valoración de las temporadas de nidificación y del papel real que algunas zonas tienen. Agujeros negros.
Según la wikipedia, un Un agujero negro es una región finita del espacio-tiempo provocada por una gran concentración de masa en su interior, con enorme aumento de la densidad, lo que genera un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera los fotones de luz, pueden escapar de dicha región. Se ha aplicado muchas veces el símil entre dicho fenómeno astronómico y lugares, empresas o situaciones en las que cualquier esfuerzo que apliques irremediablemente se convierte en un fracaso. Una zona donde inviertes y no se obtienen resultados. Un sumidero.
Hay una cierta afición por parte de los gestores de espacios naturales protegidos (y yo he sido uno de ellos durante 15 años seguidos) en presumir o valorar el éxito de su espacio en función de parámetros como por ejemplo el número de ejemplares o parejas de tal o cual especie vistosa que tengan. 'Tenemos x mil parejas de flamencos', 'han criado 8 especies de patos', 'ha aumentado la cifra de especies hasta ...', 'la población de cigüeñuelas se ha multiplicado por ...'... Buenos y llamativos titulares de prensa, acompañados habitualmente de una foto del ave de turno (si es que los periodistas aciertan en nombrarla bien y no traducen directamente entre idiomas, como un reciente caso de un titular sobre 'la polla azul' -traducción literal de polla blava en catalán, alias el calamón-).
¿Y que problema hay? Pues que los censos de aves nidificantes se hacen mayoritariamente cuando hay nidos con huevos, o parejas establecidas. Pero luego en menos casos se cuentan o se mira de obtener datos sobre la productividad real de estas parejas y estas áreas. Es decir, no ya cuantos pollos sacan (a partir de la puesta) sino cuantos llegan a volar. Estos pollos que vuelan son la contribución real de ese espacio natural protegido a la conservación de la especie 'x'. Esos pollos volarán, se dispersarán y vivirán o chocarán contra un muro, faro o serán depredados por un halcón peregrino o tal vez un cazador, furtivo o no. Pero la zona elegida para la cría habrá cumplido con su función: la de facilitar una reproducción exitosa para unas especies que normalmente tampoco están en todos los sitios sino que escogen lugares muy concretos o exclusivos. De ahí que en muchos casos sean zonas protegidas también.
El problema radica en cuando todo el mundo tiene la impresión de que aquel espacio 'va bien' porque han criado xmil parejas de la gaviota tal, ymil del charrán y o hay z parejas de tal rapaz amenazada. Eso dicen los censos. Pero en la realidad, de todas o la mayoría de esas parejas no salen pollos adelante. Empiezan a incubar pero fracasan. Y no un año por mal tiempo o escasez de alimento puntual. De forma sistemática. Las estadísticas en este caso nos engañan. Esa zona, en realidad, es un agujero negro para esas especies. Invierten en la reproducción, lo intentan y fracasan. Lo vuelven a intentar. Y fracasan. Hasta que algunas deciden dejar la zona. O dejan de intentarlo. Mal papel para un espacio protegido. Para lo que se ha convertido en un agujero negro.
Cigüeñuelas (Himantopus himantopus). Dos adultos (izquierda) y dos jóvenes del año (derecha). Las aves que crian en zonas inundables como este río del NE Ibérico pueden padecer efectos de una climatología variable y perder sus puestas, pero no siempre son causas 'naturales' las que inciden en el éxito reproductor de las especies © Ricard Gutiérrez [2 ads -left- and 2 juveniles -rignt- Black-winged Stilts. Birds breeding in flooding areas as this river in NE Iberia can be affected by changing weather and sudden water levels change therefore loosing their broods. However, not always 'natural causes' area after the success or failure of all species]
Investigar las causas es fundamental. Los predadores pueden ser una de ellas, ya lo comentábamos al hablar de neveras naturales. La competencia con otras especies también. O incluso un uso público desmedido, descontrolado o mal calculado. Lo que queda claro es que hay que dar un paso adelante. No quedarse con la portada del libro de 'tantas parejas han criado' sino leérselo todo viendo realmente cómo ha ido cada temporada para cada una de las especies, particularmente las amenazadas, que tenemos.
Si las aves ya tienen problemas diversos, desde desaparición de hábitats, predadores como el visón americano, etc... sólo falta que en los espacios diseñados para su preservación también fracasen de forma sistemática. Esto está pasando. Un año o dos pueden suceder cosas. Que sea una constante en algunos sitios o hábitats, y no precisamente siempre por causas naturales ajenas a la mano del hombre, es algo que no nos podemos permitir. La longevidad de los adultos de algunas especies nos enmascara un problema real y acuciante que es el de la renovación y reproducción de estas especies. No se tratará pues de valorar cuantas parejas hay en tal o cual sitio sino cuantos pollos junto con los adultos ves al final de la temporada de cría. Ese si puede ser un buen indicador de la salud de la zona como área de reproducción.
Y que los agujeros negros sigan en el lugar del universo que les corresponda, pero lejos de la superfície terrestre.
Abstract. Black Holes. It's a common practice within protected areas to be proud of the amount of species, pairs or of the increase of x or y species inside the park or reserve. These figures, when dealing with breeding populations, are obtained usually during the first part of the breeding season while on eggs or even pair formation. Few if any data is usually obtained or computed on the real success of the breeding season (offering data of flown juveniles). In some cases, areas or habitats there are regular failures in the breeding success of their breeding populations. And not always due to 'natural' causes such as weather. Other topics such as predation by alien, invasive or competition species can be a real problem instead of a minor threat. Even a bad calculated or managed human pressure on the area can have affected. We cannot rely uniquely on the 'pair' figures but instead we need to really take into account which is the real paper of the protected areas to avoid they become 'black holes' in conservation terms. It's a must for those species who fail one time after the other and do not breed well in areas so called protected.
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